LA CONSTRUCCIÓN DE UN CLIMA DE AFECTO, CONFIANZA Y SEGURIDAD
Los aspectos afectivos y emocionales tienen una importancia especial en Educación Infantil. Sólo si el niño se encuentra a gusto y seguro en la escuela, se implicará positivamente en el aprendizaje y desarrollo. De aquí la
necesidad de construir, entre los educadores y la familia, un clima de afecto, confianza y seguridad para los niños .
Las características de los niños de Educación Infantil exigen encontrar en el centro escolar y en la familia un ambiente cálido, acogedor y seguro: la necesidad de afecto es una necesidad básica tan primaria como la necesidad de comer o de protección. Los niños precisan una relación estable y continua con aquellas personas que cubren sus necesidades de cuidado, exploración y juego. Estas relaciones producen sentimientos de bienestar, confianza y seguridad.
En un ambiente de estas características, el niño puede :
• Afrontar los pequeños retos que le plantea el conocimiento progresivo del medio.
• Superar las frustraciones que la convivencia implica.
• Relacionarse positivamente con los compañeros y con el educador, y así aprender y desarrollarse, crecer y convertirse en miembro activo de su grupo social.
Los niños necesitan tener una relación personal que les transmita la seguridad de que es querido y valorado tanto en la escuela como en la familia.
Este ambiente cálido y esta relación afectuosa no se opone a la existencia de normas y exigencias, que adquieren todo su valor educativo cuando se dan en un contexto de afecto y consideración para el niño.
Las normas y rutinas contribuyen a la creación de un ambiente de seguridad: . El saber qué no puede hacer o saber qué hará después ayudará al niño a crearse un entorno estable y seguro.
Las normas deben:
• Insertarse en un ambiente o clima afectivo
• Estar adaptadas a las posibilidades del niño.
• Ser consistentes , flexibles y no excesivas.
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