lunes, 11 de octubre de 2010

EL DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIALES EN EDUCACIÓN INFANTIL II

LA INTERACCIÓN CON LOS DEMÁS

La interacción con los demás, adultos y compañeros, es fundamental en el desarrollo de la persona, en estas edades, y condiciona fundamentalmente el proceso de socialización. Por eso, hay que cuidar al máximo las relaciones de los alumnos de Educación Infantil:

El niño es un ser en relación: Vive y crece en relación. A medida que el niño crece, sus relaciones se amplían, se hacen más complejas y diferentes. En sus relaciones es donde va a modelar su personalidad, su propia identidad, la visión de sí mismo, de los demás y del mundo.

Por eso, el proceso de crecimiento del niño se entiende correctamente sólo dentro de un ambiente relacional adecuado.

Educar, en Educación Infantil, es proporcionar situaciones de relación: Es preciso ofrecer al niño situaciones en las que viva y experimente el valor y el placer de descubrir juntos, de aprender juntos, de compartir y de cooperar con los niños y también con los adultos. Así se fomenta la socialización.

Las relaciones del adulto /profesor/a con el niño son decisivas para el desarrollo de la identidad y de las características de la personalidad del niño.

En un ambiente de relaciones positivas y afectuosas, la actuación del adulto/ educador tiene para el niño un valor retador y estimulante; en la medida en que :

• Se le anime y aliente .
• Se le planteen retos .
• Se le ofrezcan ayudas.
• Se le felicite y recompense por sus logros .
• Se le ayude a relativizar sus errores.

Se estará fomentando en él sentimientos de seguridad de manera que se forme una imagen positiva de sí mismo.
Las relaciones del niño con sus compañeros, con sus iguales son muy importantes :
En las interacciones con los compañeros el niño aprende :

• A relacionarse con los demás.
• A guardar su turno y el momento de satisfacer sus deseos.
• Aprende la simpatía y la amistad, la cooperación y la empatía,

Sin embargo también aprende :

• La competición, la envidia, los celos y la rivalidad;
• La existencia lógica de conflictos entre iguales que los educadores y adultos deben orientar para conseguir la superación positiva de esos conflictos de manera que desarrolle una imagen y unas conductas positivas.

Es fundamental que el niño aprenda a coordinar las propias emocionesy actividades con las de otras personas (especialmente con los iguales) y de todo lo que esta capacidad implica:

• Capacidad de mostrar, sentir y recibir afecto.
• Capacidad de colaborar con los demás, de prestar ayuda.
• Capacidad de aceptar la demora o renuncia, etc.

Todo ello posibilitará actuar constructivamente con los demás desde la aceptación de uno mismo sintiéndose integrante de un grupo en un clima de seguridad, tranquilidad y confianza.

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